ERIC BURDON: "'TIL YOUR RIVER RUNS DRY". Crítica del disco

Mucho tienen que cambiar las cosas para desbancar del nº1 a este pedazo de disco. Podrían parecer prematuras mis apreciaciones porque, dicho sea de paso, en lo que llevamos de 2013, he escuchado aún muy pocas novedades, pero estoy tan pillada con esta nueva entrega de Mr. Burdon que se me hace difícil cambiarlo por otro. Ya sabéis, estoy es como el amor o mejor dicho el enc......miento. Sí, eso que estáis pensando. No sé lo que durará el affair, pero espero que lo máximo posible.

A punto de cumplir los 72 años, Eric Victor Burdon, se ha sacado un álbum de la manga en el que muchos deberían fijarse. Sé que me repito como el ajo, pero todos estos "dinosaurios" se encuentran en un estado de forma, compositiva y musicalmente hablando, abrumador. Ni uno sólo de los grupos de hoy en día les pueden comer la tostada y es notorio que todavía, a ciertas edades, tengan ese ansia por crear nuevas melodías y regalarnos tal listado de temas.

Dicho esto, vamos con el disco. "'Til Your Runs Dry" es una excelente obra que si se hubiera grabado hace  40 años sería sin duda un clásico, me atrevería a decir, donde el señor Burdon demuestra que sigue manteniendo su voz intacta, al contrario que muchos otros. Blues, r&b, rock and roll y hasta un ¡bolero!, podemos encontrarnos en este disco. Pero no penséis que es un déjà-vu. Vale que no inventa nada nuevo (¿alguien lo hace?) pero no se trata de un trabajo más del que os olvidaréis en poco tiempo. Si aún sigue habiendo algo de sensibilidad en vuestras rockeras venas, os pondrá los pelos de punta en algunos trances del disco y en otros, os cargará las pilas para enfrentaros a lo que sea. El tratamiento que le da a cada una de las canciones está lleno de matices y las melodías son de las que te rondarán la cabeza mucho tiempo pero sin ser pegajosas.



No entraré a analizar el significado del álbum ni lo que quieren decir sus letras, sea en sentido social, político o religioso. Lo que realmente me importa es lo que siento al escucharlo y el gusto que me deja al terminar, como un buen almuerzo. Cuando escuché su primer adelanto, "Water" me gustó sin más, pero cuando fui descubriéndolo entero, y a medida que le daba escuchas y escuchas, caí rendida. Como favoritas: "Memorial Day"; "Devil and Jesus", un personalísimo góspel blues que no te quitarás de la cabeza; el precioso bolero "Wait"; la rockera y stoniana "Old Habitis die Hard"; la sensual "27 Forever"; la triste "Medicine Man" o ese arrebatador blues que es "Invitation To The White House". También hay que destacar su particular homenaje a Bo Diddley en "Bo Diddley Special" o en la versión de "Before Accuse Me". Pero sin olvidarse de esas otras dos que se me han quedado en el tintero como son "In The Ground" y "River Is Rising".

En definitiva, todas y cada una de las canciones merecen la pena y reitero, estamos ante uno de los mejores discos del año, sin duda. Yo de vosotros, me lanzaría rápidamente a la yugular de este disco y dejaría para más tarde lo que estéis haciendo. No digáis que no os avisé.